Diego Moreno: en mi mente nunca hay silencio.

Septiembre 22 a Noviembre 25, 2021 - La Enseñanza: casa de la ciudad, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

El trabajo de Diego Moreno reafirma la capacidad de la fotografía para explorar nuestra realidad y ampliar el espacio de diálogo sobre la experiencia humana. Su honestidad nos desarma y, a la vez, nos lleva a cuestionar las formas de construcción social de lo aceptable y permisible. Parte de su riqueza surge de su particular arraigo en su historia familiar en el contexto del Barrio de La Merced en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Su afán de explorar las realidades de la cultura familiar mexicana y de expresar sus contradicciones lo han llevado a una iconografía propia. Esta iconografía expresa las formas en que rechazamos la diversidad y limitamos nuestra expresión de lo moralmente aceptable.

La principal fiesta de su barrio en San Cristóbal de las Casas es la de la Virgen de La Merced. Diego narra su arraigo en la tradición católica de esta fiesta con sus primeras obras fotográficas. Esta conmemoración, iniciada por una de las órdenes militares de religiosos que acompañaron la conquista y colonización de esta parte de México, data del siglo XVI. Desde sus inicios, el rechazo a la diversidad fue el sino de esta fiesta, en la cual desfilaban "Moros" como encarnación del mal  y escenificaban el dominio de la religión católica sobre la vida comunitaria. Esos "Moros" de la colonia se convirtieron en algún momento en panzudos y más recientemente en monstruos de caricatura. Su personificación del mal, sirve en la obra de Diego para cuestionar la marginación de quienes expresan su diversidad, ya sea por algún rasgo personal o por su orientación sexual. En su fotografía, Diego hace a estos monstruos parte de nuestra vida cotidiana. Compañeros y almas gemelas que nos confortan al enfrentar la adversidad. En su fotografía, Diego genera una síntesis de su experiencia personal y su cultura, dando fuerza a sus imágenes al conformar escenarios de gran belleza que aglutinan tanto lo familiar y cotidiano como la fantasía y el temor  que nos acompañan al explorar nuestra experiencia humana. Su fotografía es una expresión de amor a su familia y comunidad, conmemorando sus tradiciones y creencias. A la vez, sus imágenes expresan una realidad pocas veces articulada sobre la relación entre tradición y exclusión de la diversidad.

Diego es nativo de San Cristóbal. Nacido en 1992 en esta ciudad, donde realizó sus estudios iniciales. En el 2012 inicia su formación en fotografía participando en el Gimnasio del Arte. A partir de esa experiencia ha seguido su formación, participando en el Seminario de Fotografía Contemporánea del Centro de la Imagen (2015) y en el diplomado en Fotonarrativa y Nuevos Medios en la Fundación Pedro Meyer. Entre el 2015 y 2017 recibió el apoyo de la beca para Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México.  Su trabajo ha sido ampliamente expuesto y reconocido tanto en México como internacionalmente. Actualmente realiza una residencia artística con el apoyo de AIR Montreux en Suiza.


Diego representa una nueva generación de fotógrafos surgidos en Chiapas a partir del proceso de conformación de una nueva escuela de fotografía mexicana. Esta escuela se alimenta de las tradiciones de la fotografía moderna mexicana pero hace a un lado sus límites para dialogar con las corrientes contemporáneas de la fotografía internacional.